No es un don innato la verdadera dicha interior; debe adquirirse a costa de esfuerzos penosos.
Mantén viva en ti la facultad del esfuerzo, sometiéndola cada día a un pequeño ejercicio gratuito.
El esfuerzo debe proceder a la posesión; lo que se brinda fácilmente se pierde con facilidad.
Todo gran trabajo ejerce una influencia ética. El esfuerzo necesario para concentrarse y dar una forma armónica a una materia, es como una piedra que cae en nuestra vida espiritual; el círculo reducido va creando ondas cada vez mayores.
La virtud del hombre no debe graduarse por sus esfuerzos, sino por su conducta ordinaria.
No hay esfuerzos inútiles. Sísifo desarrollaba sus músculos.
El hombre se dedica a desear en voz alta aquello que jamás se esfuerza en alcanzar.