El saber confiere a los hombres poderes inmensos; el que sabe está siempre en capacidad de dominar al que no sabe.
Saber y saberlo demostrar, es saber dos veces.
El saber, después de la virtud, es ciertamente lo que eleva a un hombre a mayor altura que otro.
Sólo los que saben poco quieren mostrar en todas partes su saber.
No saber es una disculpa, pero no una justificación, puesto que se puede aprender.
Yo sé lo que puedo saber y no me preocupo por aquello que no puedo saber.
Hay muchas cosas que no quiero saber. La sabiduría marca límites hasta al conocimiento.