¿Por qué es tan difícil querer, mientras tan difícil es desear? Porque en el deseo se expresa la importancia, y en el querer, la fuerza.
Que quien no sabe querer sea de mármol, no mujer. A la que me quiere, quiero y a la que me olvida, olvido.
Hay quien ha venido al mundo para enamorarse de una sola y determinada mujer y, consecuentemente, no es probable que tropiece con ella.