Cuanto más creativo es un hombre, más rutinario es en los detalles insignificantes de su vida; lo que importa es que no le distraigan su atención.
El anhelo, el verdadero cuerpo del amor es doloroso, pero justamente este dolor consiste en lo bienaventurado del amor.
En el fondo del corazón creemos todos, admitámoslo o no, en una felicidad supraterrena, inefable y absoluta que escape a toda comprensión.
El honor es un valor de orden estético. Por esto el hecho de que una injuria sea verdad no la hace más aceptable. Una injuria siempre es un ataque a nuestra belleza.
Se ha dicho que hace falta poseer muchas lenguas para poder pensar conscientemente en la propia. No hay nada exacto. Cada idioma es una visión distinta del mundo.
Cuando un niño pregunta ¿por qué? sólo se satisface si le indicamos una sola causa clara y precisa, y nosotros sabemos que nunca le decimos la verdad.