El alma es el espejo de un universo indestructible.
No hay alma sin cuerpo. Sólo Dios está completamente desprovisto de cuerpo.
La que llamamos casualidad no es más que la ignorancia de las causas físicas.
Amar consiste en hacer la felicidad de los otros.
No hay en la naturaleza dos seres completamente iguales.
Sobre las cosas que no se conocen siempre se tiene mejor opinión.
Los que han sustentado que todo está bien, han dicho un disparate, porque debería decir que todo está en el último ápice de la perfección.
No hay nacimiento ni muerte; hay transformación bajo la ley del progreso.