La poesía está instalada en el terreno de las contradicciones.
La poesía es tan grande al oído como el sueño al hombre fatigado.
El hombre sordo a la voz de la poesía es un bárbaro, sea quien sea.
La poesía es revelación. En el pecho del poeta danza su ronda toda la humanidad con su alegría y su dolor; y toda historia suya es evangelio, en el que se anuncian todas las realidades profundas que determinan una existencia o un estado de existencia.
En la poesía hay más verdad que en la historia.
La poesía es el género de la sinceridad última e irreversible.
El poema ya está terminado; sólo que el poeta aún no conoce el texto.