La mujer perdona las fidelidades; pero no las olvida. El hombre olvida las infidelidades, pero no las perdona.
La fidelidad es una virtud que embellece aun a la misma esclavitud.
Uno se es fiel así mismo, y basta.
Los caminos de la lealtad son siempre rectos.
Le eres fiel, mas ya cuenta cierta historia; que entre él y tú se acuesta una memoria.
La fidelidad de las mujeres casadas, matrimonio no la alienta el amor, probablemente es algo contra natura.
La fidelidad tiene un corazón tranquilo.