No confíes tu pecado a quien no tenga conciencia del pecado.
La fe es la virtud por la cual el hombre cree que es verdadero aquello que no siente ni entiende.
Los caminos de la lealtad son siempre rectos.
La imaginación imagina de noche aquello que no halla de día.
La pereza es el hábito por el cual el hombre siente flojera de hacer lo bueno y evitar lo malo.
Gran virtud es vivir en obediencia y sujetar al albedrío de otro, por amor de Dios, la voluntad.