Conviene que todo hombre se ocupe en algo y que su ocupación sea tan honrosa como su índole lo consienta, para que al morir le alabe la conciencia por haber obrado bien.
Nadie será obligado a más de lo que puede.
El hombre está muy ocupado rara vez cambia de opinión.
La ausencia de una ocupación no representa un descanso; una mente completamente desocupada es una mente angustiada.
Todo el que tiene una ocupación tiene una oportunidad.
Cuando un hombre está ocupado piensa en el descanso como en un encanto; pero una vez que ha descansado siente inmediatamente la necesidad de estar ocupado.
Las moscas no son molestas por su violencia, sino por el número. De igual modo, las grandes ocupaciones no nos turban tanto como las pequeñas, si éstas son numerosas.