Quien sonríe más con los ojos que con los labios, éste es sincero.
El hastío es una tristeza sin amor.
La ira ofusca la mente, pero hace transparente el corazón.
La gratitud es una virtud más propia de los desgraciados que de los afortunados.
El hombre que en la obra de ingenio o de valor no persigue sino superar a otro hombre, no tiene noción de belleza ni de honestidad.
El valor más difícil y que más especialmente necesitan los débiles es el valor de resistir las necesidades.