El hastío es una tristeza sin amor.
El tedio es la peor de las enfermedades, porque es la única que nos permite seguir viviendo después de muertos.
Por lo general nos aburren las personas con quienes no está permitido aburrirse.
Son menos nocivos a la felicidad los males que el aburrimiento.
El aburrimiento es una mala hierba, pero también una especia que hace digerir muchas cosas.
Nos aburrimos porque nos divertimos demasiado.
Si se examinan bien los diversos efectos del hastío, se observará que ha hecho faltar a más deberes que el interés.