Apenas los labios callan, despiertan las almas y se manifiestan, porque el silencio es el elemento lleno de sorpresas, de peligro y de felicidad, en el cual las almas gozan libremente.
A nadie perjudicó el silencio.
El que calla parece que consiente.
Ni pondero, ni disimulo las acciones; y porque pretendo informar los oídos, no regalarlos no ofenderlos, dejo a las malicias de mi silencio remitidas las conjuras...
El silencio es la actitud más prudente de quien desconfía de sí mismo.
El silencio es el elemento en el que se forjan las cosas importantes.
El severo dios del silencio es uno de los hermanos de la Muerte.