La fortuna da a muchos demasiado, a nadie bastante.
Aquel que mira a una mujer codiciándola ha cometido ya adulterio en su corazón al desearla.
La que se casa muchas veces, no se casa: es una adúltera dentro de la ley.
Si eres sabio, sé alegre.
Para ser amado, ama.
El hombre bueno será siempre un principiante.
El verdadero dolor es el que se sufre sin testigos.