Aquel que mira a una mujer codiciándola ha cometido ya adulterio en su corazón al desearla.
Es posible encontrar mujeres que jamás hayan tenido un amorío, pero es difícil encontrar quien no haya tenido más que uno.
Dos amantes se enamoraron con frecuencia por cualidades que no tienen, y se separan por defectos que tampoco tienen.