El capital surge sólo cuando el poseedor de los medios de producción encuentra en el mercado al trabajador libre como vendedor de su fuerza de trabajo, y ya esta sola condición histórica, encierra toda una historia mundial.
La historia es la mentira encuadernada.
La historia, émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente y advertencia del porvenir.
Toda la historia universal constituye la eterna lucha de avidez de dominio y de libertad; lucha de los elementos y de los cuerpos por el espacio vital.
La historia no es más que una exposición de crímenes y dolores.
¿Qué es la historia? Una sencilla fábula que todos hemos aceptado.
¡Oh, novela inmortal, tú eres la historia!