Consultad a un hombre que no es más que sabio; sabe un millón de cosas más de las que necesitáis, pero ninguna de las que os son precisas.
El hombre sabio, incluso cuando calla, dice más que el necio cuando habla.
No es sabio el que sabe muchas cosas, sino el que sabe cosas útiles.
Odio al sabio que no lo es para él mismo.
No creo en ningún sabio hasta que le he oído decir tres veces: Lo dudo, dos veces: No lo sé.
El más sabio es aquel que ni por lo más remoto piensa serlo.
Los más doctos no son los más sabios.