Siempre es preferible hablar con franqueza sin querer presentar muchas pruebas; todas las pruebas que alegamos no son sino otras tantas variantes de nuestra opinión.
Nadie puede saber el límite de sus fuerzas hasta que las pone a prueba.
La prueba de lo irracional es la experiencia y la prueba de la experiencia es lo racional.
Es una prueba de bondad negar desde luego lo que no ha de otorgarse.
Una prueba: ¿Por cuántos eres apreciado? ¿Cuántas personas te quieren y con cuánta fidelidad? Así puedes hacerte una idea de tu propio valer.
Quien no pueda levantar él solo una piedra, que la deje donde está, aunque otro le acompañe.
Sé fiel hasta el término de la prueba; la corona de la vida no se gana con regateos.