A todos nos sobran fuerzas para soportar los males ajenos.
La compasión es una limosna que el sano debe al enfermo.
La compasión es la limosna de los pobres de espíritu.
La compasión del rico hacia el pobre me parece injuriosa y contraria a la fraternidad humana.
Nunca por la compasión al infeliz se ha de incurrir en desgraciar al afortunado.
Mala causa es la que tiene necesidad de compasión.
Si las íntimas preocupaciones de cada cual se leyeran escritas sobre su frente, ¡cuántos que causan envidia nos moverían a lástima!