Hay que unirse no para estar juntos, sino para hacer algo juntos.
La compasión es una limosna que el sano debe al enfermo.
Lo importante no es escuchar lo que se dice, sino averiguar lo que se piensa.
El dolor apaga las pasiones y, al mismo tiempo que nos quita lo que nos daña, nos da lo que nos ennoblece.
La fuerza material ha de ir acompañada con la de los principios y ésta es la verdadera fuerza de las sociedades humanas.
...las revoluciones, que serían el mayor azote de los pueblos, si no las hubieran hecho necesarias los tiranos.
Nada sienta tan bien en la frente del vencedor como una corona de modestia.