La prensa no sólo es el arma más poderosa contra la tiranía y el despotismo, sino el instrumento más eficaz y más atractivo del progreso y de la civilización.
Contra la prensa mentirosa y falaz, cobarde y mercenaria, no hay más que una defensa decisiva y fuerte: la buena prensa.
La página roja de los diarios es un cuadro de costumbres, me gusta mucho. Ahí está la invención, los instintos, la anécdota cotidiana.