Hágase efectiva la responsabilidad en los funcionarios y empleados de toda especie, para que pueda decirse que la moral es la base de nuestra política.
En todos los partidos hay elementos que pueden servir: quien rechace imprudentemente esos elementos, perpetuará a los partidos; quien los aproveche con cordura, acabará por disolver los partidos, confundiéndolos en un sistema nacional.