La gente que no para de trabajar lo hace para no tener tiempo de acordarse de que no tiene nada que hacer.
No me gusta el trabajo, a nadie le gusta; pero me gusta que, en el trabajo, tenga la ocasión de descubrirme a mí mismo.
El trabajo es el único capital no sujeto a quiebras.
Aunque no sea más que por el mísero afán de descansar, debéis trabajar.
La condición esencial para la felicidad del ser humano es el trabajo.
Los grandes trabajos no son hechos por la fuerza, sino por la perseverancia.
El trabajo es un título natural para la propiedad del futuro del mismo, y la legislación que no respete ese principio es intrínsecamente injusta.