La voluntad hace al hombre grande o pequeño.
La renuncia de la voluntad propia vale más que resucitar a los muertos.
Conciencia tranquila, designio premeditado, voluntad firme: he aquí las condiciones para llevar a cabo las empresas.
El hombre de recia voluntad la moldea a su gusto.
Nuestro bien y nuestro mal no existen más que en nuestra voluntad.
Harto mal es tener la voluntad cautiva en un solo lugar.