La disciplina es la parte más importante del éxito.
La disciplina es más poderosa que los números; la disciplina, es decir, la perfecta cooperación, es un atributo de la civilización.
La disciplina consiste en que un imbécil se haga obedecer por los que son más inteligentes.
La mayor parte de las veces, la alegría es conquistada por una rigurosa disciplina.
Donde hay buena disciplina, hay orden y rara vez falta la buena fortuna.
La sumisión a un débil, es disciplina; la sumisión a un hombre fuerte, es sólo servilismo.
Nada de acción sin disciplina.
El problema de la disciplina consiste en saber conciliar dos necesidades de la vida diariamente opuestas de modo que se mantengan en sus justos límites: la de una obediencia puntual para mantener el orden y la libertad e independencia, propias del género humano.