Cuando uno es invitado a comer y no se presenta algún plato bueno, sale defraudado.
Comer es una necesidad, pero comer con inteligencia, es un arte.
Muchas veces, al hombre le cuesta más trabajo digerir la comida que conseguirla.
Gracias al consumo de coliflor, los romanos no han necesitado médico durante diez siglos.
El placer de la mesa es propio de cualquier edad, clase, nación y época; puede combinarse con los demás placeres, y subsiste hasta lo último para consolarnos de la pérdida de los otros.
Cebolla: luminosa redoma, / pétalo a pétalo se formó tu hermosura, / escamas de cristal te acrecentaron / y en el secreto de la tierra oscura / se redondeó tu vientre de rocío.