Personalmente siempre estoy dispuesto a aprender, aunque no siempre me gusta que me den lecciones.
Lo que tenemos que aprender lo aprendemos haciendo.
Siempre podemos aprender del hombre eminente, incluso cuando calla.
Todos los hombres que conozco son superiores a mí en algún sentido, aprendo de ellos.
Lo que más se necesita para aprender es un espíritu humilde.
La naturaleza benigna provee de manera que en cualquier parte halles algo que aprender.
¡Qué absurdo el abstenerse de aprender con el pretexto de que se ha pasado mucho tiempo sin hacerlo! Es preciso aprender mientras dure la ignorancia.
¡Ay, si pudiéramos aprender a aprender a tiempo!
Los hombres inteligentes quieren aprender; los demás, enseñar.
Lo que lleva mucho tiempo en aprenderse, lleva también mucho tiempo en olvidarse.
El colmo de la estupidez es aprender lo que luego hay que olvidar.
Aprender muchas cosas no nutre la inteligencia.
Hay ciertas cosas que, para saberlas bien, no basta haberlas aprendido.