No hay más infiel balanza que la de la pasión para pesar el mérito, y ésta es la que comúnmente usan los hombres.
Es un gran engaño creer que el hombre mediano sólo es susceptible de pasiones medianas.
Los apasionados son los primogénitos del mundo.
La pasión es una fuerza cósmica, como la gravitación.
El tiempo, excelente médico de nuestras pasiones.
Características de las grandes pasiones: La inmensidad de las dificultades que vencer y la negra certidumbre de lo que sucederá.
Muchas veces la pasión hace al hombre más cuerdo, y cuerdo al más necio.