Los hombres conocen antes la necesidad de curar sus enfermedades que sus errores.
Hay enfermedades del alma más perniciosas que las del cuerpo.
De noventa enfermedades, cincuenta las producen la culpa y cuarenta la ignorancia.
La mejor salud tiene un límite: la enfermedad le anda rondando siempre.
La enfermedad que obliga a pasar más horas en la cama es una amante bonita.
La enfermedad comienza generalmente esa igualdad que la muerte completa.