La cólera no nos permite saber lo que hacemos menos lo que decimos.
Un solo impulso de cólera o miedo hacen más mal al hombre que el que puede ser remediado en meses de medicina.
Con cólera nada conviene más que el silencio.
La cólera es una sombría pasión; pero de ello no se sigue que no pueda existir una cólera noble.
El que domina su cólera, domina a su mayor enemigo.
La cólera que llega a contemplar dos amaneceres es insostenible.
Si la cólera no se contiene, nos hará más daño que la injuria que la provocó.