La mayoría de la gente acepta los dogmas de su religión como los a rtículos del reglamento de un casino, sin pensar en ellos más que cuando algún socio pide en la junta general su lectura.
El gran escándalo de nuestro tiempo es que la Iglesia haya perdido a la clase obrera.
Detrás de la religión está la tiranía, detrás del ateísmo la libertad.
La religión es el verdadero culto de Dios, derivado de la piedad del ánimo y del conocimiento de las cosas divinas.
El justo cielo, que pocas o ningunas veces deja de mirar y favorecer a las justas intenciones...
Muchos han muerto por una religión que jamás han practicado y muchos practican una religión que jamás han entendido.
Las religiones, como las luciérnagas, necesitan de oscuridad para brillar.