El destino jamás contradice a los hombres que esperan en él, y siempre cumplen las promesas que en su nombre hacen los fuertes.
Todo lo que puede suceder sucede, pero sólo puede suceder lo que sucede.
Nadie sabe hoy lo que mañana podrá ser el hombre más oscuro.
El destino se ríe de las probabilidades.
Todos vivimos bajo el mismo cielo, pero ninguno tiene el mismo horizonte.
Tendré el destino que haya merecido.
¡Cómo te pareces al agua, alma de hombre!¡Cómo te pareces al viento, destino del hombre!