No quisiera resucitar las polémicas de la mahonesa, mayonesa, migonesa, bayonesa. Hay quien pone su origen de la Cruzada contra los albigenses, batida por las patas de los caballos de Simón de Matfort; salsa de cruzado y de predicador dominicano. Otros dicen que es templaria, provenzal, camarguesa, mallorquina; otros aseguran que tiene indulgencias del arzobispo de Tolosa. Otros la ponen en Aviñón con la bula del Papa; y otros afirman que nació en las guerras de religión de Francia en un castillo sitiado. Es una salsa militar, el mariscal de Francia de todas las salsas.
En invierno bebo y canto por la alegría de ver que la primavera se avecina. Llega la primavera y entonces vuelvo a beber por la alegría de verla por fin entre nosotros.
No es insaciable el estómago, como la mayoría opina, sino la falsa opinión acerca de su ilimitada voracidad.