Pirette, hermana del gastrónomo francés Brillat-Savarin, murió a los 99 años y 10 meses, sentada en la mesa. La fulminó una apoplejía cuando acababa de gritar a la camarera: «Y ahora, hija mía, me queda poco tiempo: tráeme por favor los postres».
No existe plato desdeñado en la cocina cuando se realiza de una manera auténtica.