Las obras de quienes han sostenido la prueba de los siglos tienen derecho a un respeto y veneración que ningún moderno puede pretender.
Si poseéis grandes cualidades, la actividad las mejorará; si tenéis una modesta habilidad, el trabajo colmará su insuficiencia. Nada es negado al esfuerzo bien encauzado; pero sin él, nada puede obtenerse.