Presentar ante mis ojos a un lado el amor y al otro la muerte y los miraré con diferencia, pues amo el nombre de la gloria más que temo a la muerte.
La gloria de los grandes hombres debe medirse siempre por los medios que han empleado para adquirirla.
No hay quien deje de contar las glorias del héroe muerto, salvo aquellos para quienes el recuerdo tiene un valor de oposición política.