El ocioso es reloj sin manecillas: tan inútil si marcha, como si está parado.
Ocio no significa inactividad; es la libertad de hacer cualquier cosa.
Si todo el año fuera alegre vacación, divertirse resultaría más enojoso que trabajar.
El ocio estando sano es mucho peor que un enfermo, pues como el doble y sin dar fruto.
Sócrates ensalzaba el ocio como la más bella de las riquezas.
La medida de la civilización interior de un hombre es su habilidad para el ocio creativo.
El ocio sin los estudios es la muerte y la sepultura del hombre vivo.