Si no somos responsables por los pensamientos que pasan por nuestro cerebro, al menos somos responsables por los que hacemos nosotros.
No hago bien que yo quisiera obrar, sino el mal que no quisiera hacer.
Desde mis primeros pasos siempre me mandé a mí mismo.
El que desee convertirse en conductor de hombres, debe resignarse a pasar largo tiempo por su peor enemigo.
El control sobre sí mismo es la facultad de seleccionar sólo aquellos pensamientos que se conviertan en actos convenientes.