Dios ayuda a los audaces.
Nunca emprenderíamos nada si quisiéramos asegurar por anticipado el éxito de nuestra empresa.
En la desgracia conviene tomar algún camino atrevido.
El miedo a los demás hace crecer la audacia.
En la audacia, el talento consiste en saber hasta dónde se puede llegar demasiado lejos.
En todo momento los prudentes han prevalecido sobre los audaces.
La suerte ayuda a los osados