Los estados son como los hombres, pues son seres humanos los que los forman.
Un estado próspero honra a los dioses.
El estado es un mecanismo históricamente temporal, una forma transitoria de sociedad.
El origen del Estado y su razón de ser estriba en el derecho de que trabaja a favor de la minoría privilegiada y en contra de los desposeídos.
El Estado no es más que un mecanismo de opresión de una clase por otra, lo mismo si se trata de una democracia que de una monarquía.
El corazón de un hombre de Estado debe estar en la cabeza.
El valor de un Estado es, a fin de cuentas, el de los individuos.