El suicidio es el más inmoral de los delitos.
Un hombre enteramente inmoral no puede conocer nada en absoluto; para conocer una cosa tiene que amarse, esto es, hallarse uno virtualmente relacionado con ella.
Aquellos jóvenes ilusos que creen sobresalir entregándose a licencias impías o inmorales, brillan tan sólo por su corrupción, como la carne corrompida brilla en la oscuridad.