Nadie es tan rico que no necesite ayuda ajena, ni nadie tan pobre que en alguna forma no pueda ayudar a un semejante.
Tended a un hombre que se está ahogando una pértiga del grueso de una caño y verá en ella un camino real de primera clase.
El que no hace un esfuerzo para ayudarse a sí mismo, no tiene derecho a solicitar ayuda a los demás.