¡Oh, divina pintura, ilusión grata de los ojos y el alma!
La pintura no necesita honores, pues puede darlos a todo el mundo.
La pintura es una poesía que se ve y no se oye, y la poesía es una pintura que se oye y no se ve.
...mientras pinta, el artista verdadero no piensa en la venta, sólo en la necesidad de lograr algo bello y vivo.
Picasso, hasta los que le detestan le soportan, porque nunca usa el talento. Sólo usa el genio. Sus obras nunca son pensamientos, son actos.
El pintor no debe llevar al lienzo lo que ve sino lo que verá.
Quien supiere dibujar bien y hacer solamente un pie, una mano o un pescuezo, pintará todas las cosas del mundo.