El poder no es como el dinero, que cuanto más tiene uno es más rico, sino como el manjar que la falta y la demasía enflaquecen al que come, pues está claro, si la gente se irrita con las demasías, el que gobierna no puede resistir a tantos.
El secreto del poder está en la voluntad.
El que no puede lo que quiere, que quiera lo que pueda.
Yo imagino que es bueno mandar, aunque sea a un hato de ganado.
No todos lo podemos todo.
Todo poder es una conspiración permanente.
Es más fácil no dar el poder a ciertos hombres que impedir que abusen de él.