La base de todas las sociedades grandes y duraderas ha consistido, no en la mutua buena voluntad que los hombres se tenían, sino en el recíproco temor.
El temor del mal futuro ha puesto a muchos en peligro.
No ha aprendido la lección de la vida aquel que no vence un temor cada día.
La más peligrosa de todas las debilidades es el temor de parecer débil.
Si quieres no sentir temor de nada, piensa que todo es terrible.
Siempre se ha de conservar el temor, pero jamás se debe mostrar.
No se confíe al mar quien tema al viento.