Por el grosor del polvo en los lomos de los libros de una biblioteca pública puede medirse la cultura de un pueblo.
La gran ley de la cultura es que cada uno llegue a ser lo más grande para lo que fue creado.
La cultura es lo que queda de los estudios cuando todo se ha olvidado.
La falta de cultura de nuestros artesanos y trabajadores acarrea muy graves perjuicios ala buena marcha de la vida económica del país.
Entre un hombre culto y un erudito hay la misma diferencia que entre un libro y un índice de materias.
La cultura es el conocimiento de lo mejor que se ha dicho y pensado en el mundo.
Lleva tu cultura discretamente como llevas el reloj en el bolsillo, sin sacarlo a cada rato simplemente para demostrar que lo tienes. Si te preguntan qué hora es, dilo; pero no lo proclames continuamente sin que te lo pregunten, como hace el sereno.