No acostumbro a combatir cuando quieren mis enemigos, sino cuando lo pide la ocasión y las circunstancias.
El que tiene toda la fuerza y no usa de ella cuando la ocasión precisa, ejerce uno de los más abominables abusos de la fuerza.
Acechar la ocasión, asirla con audaz habilidad y aprovecharla con enérgica perseverancia, tales son las virtudes condicionantes del éxito.