Hasta el hombre común piensa que sería más sencillo ahorrar las riquezas destinadas a la destrucción, con lo cual se ahorrarían también la destinadas ala reconstrucción.
¡Qué poca diferencia hay entre dos hombres! Los dos coinciden siempre en el mismo propósito: destruir.
Gloria militar, atrayente arco iris que surge entre lluvias de sangre, ojo de serpiente que encanta para destruir.