Nada más raro en el mundo que un a persona habitualmente soportable.
Los hombres están hechos los unos para los otros; instruyéndolos o soportándolos.
En la soledad está nuestra grandeza, pero en la sociedad, nuestra eficacia.
Mi inferioridad consiste en conocer que soy tolerante y sociable.
La necesidad de sociedad nace del vacío y de la monotonía del propio interior.
No poseer lo que otros tienen y que otros carezcan de tus dones; de esta imperfección brota la sociabilidad.
La sociabilidad no puede producirse más que basándose en sordina y en tono menor.