Si te vienen a decir que alguno ha hablado mal de ti: no te embaraces en negar lo que ha dicho; responde solamente que no sabe todos tus otros vicios, y que de conocerlos hubiera hablado más.
Si todo el mundo supiese lo que todo mundo dice de todo mundo, nadie hablaría de nadie.
De lo que se dice en sociedad, lo que importa es que se tenga gracia; lo de menos es que sea verdad.
Entre las muchas cosas feas, la más fea es una lengua afilada.
¿Qué no acometiera el poder, si no tuviera delante a la murmuración?
Corrientemente más se murmura por vanidad que por malicia.
Muchos dicen mal de mí, / y yo digo mal de muchos; / mi decir es más valiente; / por ser tantos y ser uno.