Las maldades humanas no logran jamás oscurecer en el alma las verdades divinas.
El peor de todos los males es creer que los males no tienen remedio.
El malo, cuando se finge bueno, es pésimo.
Lo malo nunca lo es de repente
Los males imaginarios no existen. Todos los males son reales desde el momento en que se experimentan; soñar el dolor es un dolor verdadero.
El diablo es optimista si cree que puede hacer peores a los hombres.
El mundo no está amenazado por las malas personas sino por aquellos que permiten la maldad.